Quizá estés pensando en apuntarte al gimnasio este verano y dejar a un lado tu vida sedentaria. Nunca vienen mal unos consejos para ese primer día en el que uno siempre se encuentra algo perdido entre tanta máquina y mancuerna:
No vayas al gimnasio con el estómago lleno, intenta que la digestión ya este hecha. Eso sí, andá bien hidratado y llévate agua para la sesión.
Debés empezar con un buen calentamiento para adaptar a tu cuerpo a esfuerzos posteriores, 10-15 minutos de ejercicio cardiovascular en la cinta o similar y un buen estiramiento de los músculos te vendrán bien para ponerte a tono.
Los primeros días puedés utilizar diferentes máquinas para familiarizarte con la técnica de ejecución. Poné poco peso y céntrate en realizar bien el movimiento.
La intensidad de los ejercicios durante los primeros días debe de ser poca, para ir acostumbrando a tu cuerpo poco a poco al esfuerzo. Realizá series de 15-20 repeticiones con poco peso y conforme pase el tiempo baja las repeticiones y subí el peso
No te olvides de volver a estirar tus músculos antes de irte del gimnasio, así evitarás contracturas y el músculo se recuperará mejor del esfuerzo.
Y sobre todo tené paciencia y se constante, los resultados en el gimnasio se ven a largo plazo, no te vas a poner fuerte en dos días ni vas a poder correr la maratón en una semana.
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