domingo, 12 de diciembre de 2010

Lisa Lyon símbolo de belleza y fortaleza











Lisa Lyon es una ex-culturista de Estados Unidos. Nació en el 1953 en Los Ángeles, California, Estados unidos Es considerada como pionera en el culturismo femenino.
Ha sido denominada la “hembra mapplethorpiana” por cumplir las características fisicas femeninas favoritas del fotógrafo americano Robert Mapplethorpe.
Lyon, hija de un rico odontólogo de Beverly Hills, había sido una niña intelectualmente superdotada, aunque sometida a alucinaciones terroríficas. Le fue diagnosticado un estado maníaco-depresivo, pero se pasó los años de instituto y universidad tratando de frenar sus ondas mentales a base de ingerir grandes cantidades de “polvo de ángeles”.
Se graduó en Antropología en la Universidad de Los Ángeles, donde ingresó en el equipo de kendo. Era la única mujer de aquel grupo deportivo, y tras derrumbarse deshecha en lágrimas después de que uno de sus compañeros la golpeara repetidamente con una espada de bambú, juró no volver a pensar en sí misma como en una débil hembra.
Comenzó a entrenarse en el gimnasio Gold’s de Santa Mónica, cuyo propietario era Ken Sprague, culturista y estrella de porno gay que a la sazón intentaba modificar la imagen de culturismo homosexual del local contratando a atletas profesionales tales como Arnold Schwarzenegger y Lou Ferrigno. De un modo u otro, sin embargo, lo cierto es que Gold’s no era un ambiente receptivo para el sexo opuesto, ya que imperaba la idea de que las mujeres eran hormonalmente incapaces de desarrollar masa muscular, y Lyon, con un metro sesenta de estatura y cuarenta y seis kilos de peso, no era la candidata ideal para invalidar tal mito. Por si fuera poco, tampoco parecía poseer la suficiente fortaleza mental para ello. Por entonces, su padre agonizaba a causa de un cáncer de páncreas , y su breve matrimonio con un profesor de etnología musical acababa de concluir en divorcio tras verse él detenido y encarcelado por tráfico de heroína. No obstante, su comportamiento compulsivo la llevaba a practicar rigurosos ejercicios de bíceps y de piernas, y cuando las noches la sorprendían demasiado cargada de excitantes como para poder dormir, se dedicaba a ejercitarse en el trapecio que colgaba del techo de su apartamento. En lugar de esteroides consumía LSD, droga que, según ella, le ayudaba a reprogramar su estructura celular y le permitía levantar ciento veinte kilos de peso en arrancada y ciento treinta en dos tiempos.
Lyon se convirtió en una celebridad de la noche a la mañana tras participar en el campeonato de culturismo de 1979, e inmediatamente firmó un contrato con el importante grupo deportivo IMG. Su fuerza, combinada con la suficiente femenidad como para no espantar a aquellas mujeres que comenzaban a incorporar el levantamiento de pesos a sus programas de ejecicio, la convertían potencialmente en una mina de oro, y rápidamente se diseñaron planes destinados a la publicación de un libro e, incluso, a la creación de un nuevo perfume. Lyon, sin embargo, no se mostraba dispuesta a seguir el juego, ni aun durante un período breve, y, convencida de que había de perder el título, renunció a defenderlo. En consecuencia, se vio convertida en un recuerdo antes incluso de alcanzar auténtica fama, aunque tampoco había soñado nunca con convertirse en una atleta. Se veía a sí misma más como una escultora que empleara su propio cuerpo como materia prima. Así, su encuentro con Mapplethorpe resultó afortunado, ya que por entonces buscaba un fotógrafo capaz de ilustrar gráficamente los “progresos de su esfuerzo”.
Mapplethorpe y Lyon se conocieron en una fiesta del SoHo a finales de 1979. En contraste con su fuerte fisonomía, Lyon poseía una rostro sorprendetemente delicado: una cascada de rizos de color castaño rojizo que enmarcaban una piel blanca como la leche, unos pomulos elevados y una mandíbula bien formada.
La primera vez que Mapplethorpe fotografío a Lyon, esta apareció ataviada con minifalda, botas altas de cuero y un sombrero de ala ancha decorado con plumas. El respondió inmediatamente al estímulo de lo que entonces constituía un concepto exótico (una mujer musculosa), fotografiándola mientras tensaba los biceps bajo su sombrero de volantes.
Ambos mantuvieron una relación muy intensa que culminó en el desierto de Joshua Tree, donde Mapplethorpe fotografió a Lyon como si se tratara de un desnudo de Weston, dibujó una analogía entre las curvas de su cuerpo y las esculturales formas del paisaje.
Posó para Mapplethorpe disfrazada de novia, boxeadora, ciclista, prostituta, pitonisa, arquera, buceadora y corista; se cubrió el cuerpo de grafito, de arcilla de color verde, de cuero y de seda; y, en una foto memorable, se arrolló una pitón de cuarenta kilogramos de peso en torno al cuello.
Se convirtió en la primera mujer culturista que apareció en Playboy, en octubre de 1980.
Escribió un libro sobre el entrenamiento con pesas para mujeres titulado "Lisa Lyon's Body Magic", publicado en 1981.
La única competición en la que particípó fue en la primera competición para mujeres de la IFBB Profesional (AAU Júnior Ms. América) en 1979, quedando tercera detrás de Stacey Bentley (1ª) y Claudia Wilborn (2ª).
En el 2000 fue incluida en el Salón de la Fama de la IFBB.
Esta mujer para mi significa mucho porque a través de sus imágenes se empezó a demostrar lo hermoso y femenino de un cuerpo musculoso siendo realmente muy bella.

ESTADÍSTICAS:
Altura: 1,60 mts
Peso: 47,5 kg

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