Entre 1970 y 1980 se intentó que el culturismo participara como deporte en los Juegos Olímpicos. En realidad a lo que aspiraban ciertas personalidades del fisicoculturistas era la de «figurar» en el Comité Olímpico Internacional, simplemente por afán de protagonismo. La respuesta ha sido siempre negativa por parte de los organismos oficiales, basándose en que las competiciones físicoculturistas no pueden considerarse como un deporte.
Personalmente me es totalmente indiferente que al fisicoculturismo se le considere o no un deporte, ni que sea reconocido oficialmente. Sin embargo me he interesado en averiguar lo que se considera «deporte» y después de haber consultado con un gran número de enciclopedias y diccionarios he lle gado a la conclusión de que las definiciones sobre el deporte son totalmente ambiguas.
De todas las obras consultadas he seleccionado al azar algunas de ellas por razones puramente afectivas:
1- Diccionario de la Real Academia, ed. 1992 (2-acep.): Actividad física, ejercida como juego o competi ción, cuya práctica supone entrenamiento y suje ción a normas.
2- Gran Enciclopedia Larousse, ed. 1988: Actividad lúdica, sujeta a reglas fijas controladas por organismos internacionales, que se practica en forma de competición individual o colectiva, y que pone en juego cualidades tales como la movilidad física, la fortaleza y la habilidad de los competido res.
3- Diccionario de la Academia Francesa: Toda clase de ejercicios físicos, de juegos y ca rreras de destreza y fuerza, carreras de caballos, competiciones en el agua, caza, esgrima, gimna sia, automóvil, etc.
4- Reglamento de Joinville le Pont: Ejercicios artificiales donde la dificultad se hace progresiva y prácticamente ¡limitada y que ponen en juego las superiores cualidades físicas de los individuos, gracias a una preparación intensiva que permite desarrollar estas cualidades hasta su límite extremo.
5- Georges Hébert: Todo género de ejercicios o actividad física que tiene por objetivo la realización de una performance cuya ejecución se basa esencialmente en la idea de lucha contra un elemento definido, una distancia, una duración, un obstáculo, una dificultad material, un peligro, un animal, un adversario y, por extensión, uno mismo.
6- Fierre de Coubertin: Culto voluntarioso y habitual del ejercicio muscular intensivo apoyado en el deseo de progreso y que puede llevar hasta el riesgo.
Según las definiciones estudiadas y excluyendo las del Diccionario de la Real Academia y el Larousse, las demás consideran el entrenamiento culturista como un deporte: Toda clase de ejercicios físicos... Ejercicios artificiales donde la dificultad se hace progresiva... Realización de una performance cuya ejecución se basa en la idea de lucha... Culto voluntario y habitual del ejercicio apoyado en el deseo de progreso.
Después de haber analizado todas las definiciones que hemos podido encontrar sobre el deporte, podemos afirmar rotundamente que el fisicoculturismo es un deporte y quien lo niega es simplemente porque ignora en qué consiste el entrenamiento fisicoculturista. Negar un hecho por ignorancia es simplemente poco objetivo.
Considerar que todos los alumnos de mi gimnasio son fisicoculturistas sería absurdo. De idéntica forma que no se puede considerar «moralmente» practicante de natación al señor que se baña en una piscina, ni ciclista al que recorre un kilómetro con una bicicleta de paseo.
Cualquier practicante adelantado no ignora que es imposible progresar en fisicoculturismo si no se aumentan las cargas de los aparatos o si no se efectúa un número superior de repeticiones con la misma carga.
Los fisicoculturistas poseen una fuerza muy superior a la gente común y esta fuerza no es un don caído del cielo; es consecuencia de años de lucha contra un obstáculo material y también contra sí mismo.
Si reconozco que el entrenamiento fisicoculturista es un deporte en el cual no interviene para nada el pasatiempo o la diversión, como puede ocurrir en otros deportes, también admito que la competición fisicoculturista no es un deporte.
Las poses fisicoculturistas son un arte y se asemejan mucho más a un bailarín que a un deportista clásico, sin embargo, y a pesar de que un bailarín no esté considerado como un deportista, no se puede ser un gran bailarín clásico sin haber practicado durante años muchísimos ejercicios pertenecientes a la gimnasia deportiva. No considerar al fisicoculturismo un deporte es una injusticia, como también lo son los grandes agravios sociales que fomentan tantas lacras de nuestra sociedad.
Al no existir por parte de los gobernantes un deseo ético de justicia social, ni tan siquiera de justicia global, el término de justicia se hermana con la demagogia y sólo se admiten o permiten cambiar los criterios cuando la presión social obliga a los gobernantes a cambiar los conceptos y las leyes. En consecuencia, el físioculturismo no es un deporte a pesar de que nadie sepa definir dicha palabra, porque así lo han decidido nuestras autoridades deportivas y gubernamentales.
yo lo consideraria como un deporte .,.si este fuese totalmente sano,,a sano me refiero a la no utilizacion de estimulantes ,esteroides y demas sustancias,,,,...lo cual nos deja una pregunta ¿cual es el verdadero logro?
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