lunes, 2 de enero de 2012

El mito de cambiar las formas de tu cuerpo

Seguramente has soñado en muchas ocasiones tener unos brazos como los de Vin Diesel, unos cuádriceps como los de Cristiano Ronaldo o una espalda como la de Michael Phelps, pero por mucho que entrenas sin parar, comes estrictamente y descansas lo que toca, vas creciendo poco a poco pero las formas de tu cuerpo sigue casi igual de proporcionada.
Está claro que si hablás con un amigo que jamás ha hecho pesas o incluso nosotros mismo cuando nos iniciamos en el gimnasio pensábamos que entrenando un poco cualquiera podía tener el cuerpo de Ryan Reynolds sin mucha dificultad, pero llega un momento que es bueno saber, paradójicamente, que el ratoncito Pérez son los padres.
Hay que reconocer que para tener un cuerpo concreto, similar al de otra persona. habría que cambiar la estructura ósea o la forma de nuestros propios músculos para que estos tuvieran las medidas y la cantidad de músculo que tiene el cuerpo que tanto deseamos. Pero ¿existe la manera de cambiar las formas de tu cuerpo?

Lo que nos venden las revistas
Seguramente alguna vez habrás leido una revista de fitness o culturismo y los expertos que escriben en ella nos dirán que ellos saben la manera exacta para que puedas tener las cualidades de los músculos que te interesen, desde los abdominales de Brad Pitt hasta los bíceps de Arnold.
Lo que hacen es mostrar múltiples reportajes con los trucos y las rutinas que siguen muchos deportistas, gente famosa, actores o culturistas, las cuales hacen que ellos se vean tan estupendos, y tengan algunos de los músculos con el tamaño y definición que vos siempre has soñado.
Un ejemplo claro es tomar un número al azar de la Men’s Health y seguro que en portada les viene un enuncio con la rutina definitiva para tener un six pack perfecto, o la foto de un famoso dónde sacan las pautas para tener sus bíceps, pero seguro que nunca encontrarás por qué ese famoso no ha podido desarrollar unos gemelos rocosos o unos dorsales que le den volumen a sus espalda.

La cruda realidad
Me imagino que a nadie que lleve unos cuantos años en el gimnasio le sorprenderé al decir que los trucos de los deportistas famosos no le van a servir a él, pero seguramente, todos nosotros, seguiremos leyendo artículos de este tipo con la esperanza de encontrar la fórmula que nos permita conseguir el milagro de convertir el agua en vino, o lo que es lo mismo mis gemelos en dos colosos.
Durante años múltiples expertos han creado cientos de miles de artículos vendiéndonos la posibilidad de cambiar las formas de nuestros cuerpos, incluso la de nuestra estructura ósea, y como la gran mayoría sabemos esto no va a pasar, ni con una simple rutina, ni con unos cambios en los entrenamiento ya que cada característica necesita de unas condiciones concretas del individuo.

Tres ejemplos aclaratorios
Para que entendamos lo que les quiero hacer ver vamos a poner los tres ejemplos típicos que buscamos muchos a la hora de entrenar: pecho grande, hombros anchos y el pico del bíceps acentuado (hay muchos más ejemplos pero con estos tres bastará para entender lo que nos venden):
El pico del bíceps: sin duda es la zona sobre la que más se ha escrito nunca, con múltiples rutinas y diferentes trucos para que el pico se moldee a nuestro antojo, como si fuera de plastilina, eso sí en cada uno de los artículos leeremos siempre por la parte final, que lo más importante para conseguirlo es tener una genética, puesto que sin los genes adecuados jamás podremos tener esa forma que deseamos.
Pecho amplio: la estructura ósea del tórax la dan un par de vértebras, unas cuantas costillas y parte del esternón, y deja de crecer, por norma general, a los 20 años. Seguramente habrás oído que haciendo pullover conseguirás que esta crezca pero si fuera así todos los culturistas tendrían un torax amplio, y eso no es así, el tamaño del tórax no variará en absoluto.
Hombros anchos: seguramente habrás oído que si tenés falta de amplitud de hombros puedes corregirlo con ejercicio como dominadas o press de banca pero con un agarre tan ancho como puedas. Pues no, las clavículas no van a crecer ni un milímetro, esto es imposible, tu anchura clavicular se quedará como se quedó el día que dejó de crecer.

Conclusión
Sin duda alguna entrenar nuestro cuerpo intensamente, realizando una buena dieta y descansando conseguiremos que mejore enormemente, llegando a alcanzar cuerpos muy estéticos e incluso superando en ocasiones el ideal que teníamos planteado, pero tenemos que tener claro que la genética es muy importante y las estructuras óseas no van a cambiar hagas lo que hagas.
Por otra parte los trucos que vemos que siguen los deportistas profesionales los tenemos que tomar como ejemplos, pero entendiendo que no haciendo eso vamos a tener las formas de sus músculos, porque ccada cuerpo es un mundo y el gimnasio, dieta y descanso no hacen milagros.

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