Al ejecutar sentadillas, existen muchos errores que frecuentemente cometemos y que restan efectividad al movimiento al mismo tiempo que lo vuelven un ejercicio potencialmente lesivo.
Si descendemos el cuerpo bruscamente y rebotamos abajo para después elevar el cuerpo nuevamente, estamos corriendo mayor riesgo de lesión y restamos trabajo a los músculos que intervienen en el ascenso del cuerpo, tales cómo glúteos y femorales que deben contraerse en la fase negativa del movimiento.
Además, al bajar de manera brusca, casi con impulso, los ligamentos se estiran notablemente, aumentando así el riesgo de lesión y acentuando el riesgo si rebotamos para después subir más fácilmente.
Es decir, para realizar una sentadilla segura y efectiva, lo mejor es bajar lentamente el cuerpo iniciando el movimiento desde la flexión de rodillas y después subir lentamente también, mediante la contracción de los músculos de las piernas.
Si no controlamos el movimiento y rebotamos al hacer sentadillas, restamos trabajo a los músculos e incrementamos el riesgo de lesiones en ligamentos y articulaciones. Entonces, bajá el cuerpo de manera controlada y subí de igual manera para lograr un trabajo efectivo y seguro.
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