Seguro que en más de una ocasión nos hemos parado a ver cuál es el mejor momento para consumir cada tipo de nutriente. Las proteínas son un tipo de nutriente muy recurrido y utilizado por todos los deportistas. A pesar de estar muy presente en la dieta deportiva, todavía hay muchas personas que no saben exactamente el momento adecuado para ingerirlas.
Todos estamos de acuerdo y al tanto de que las proteínas son un nutriente importante y necesario para conseguir una buena salud muscular. De ellas depende el correcto estado de las fibras y el crecimiento de las mismas a la hora de practicar deporte. Por ello es necesario que a la hora de ingerirlas sepamos los momentos más adecuados, pues de este modo conseguiremos optimizar al máximo sus beneficios.
Muchos alimentos que consumimos de manera cotidiana contienen altas cantidades de proteínas. Las proteínas son de diferente origen, pero todas tienen una misión común, que es la de crear nuevos tejidos y mantener los ya existentes en perfectas condiciones. Las comidas más importantes del día suelen ser los momentos en los que damos a nuestro organismo las mayores cantidades de proteínas que obtenemos a lo largo del día. A pesar de ello podemos mejorar su ingesta.
Después de practicar deporte:
Después de practicar deporte es un momento idóneo para ingerir proteínas, ya que nuestros músculos necesitan altas dosis de alimento para poder reponerse del estrés que supone para ellos la realización de ese ejercicio. Es por ello que en los momentos posteriores al ejercicio el cuerpo aumenta sus demandas de proteínas, y es uno de los mejores momentos para ingerir alimentos que las contengan en altas cantidades.
Por la mañana:
Como decíamos antes, casi todas las comidas principales incluyen alimentos ricos en proteínas, como la carne o el pescado, así como los lácteos o los huevos. Estos alimentos se pueden consumir a cualquier hora, pero es necesario que en determinados momentos como la mañana, cuando el organismo funciona más rápido, los combinemos con otros nutrientes como los hidratos de carbono, para obtener energía muscular y así poder hacer frente a la actividad cotidiana, ya que los músculos también necesitan glucosa para funcionar correctamente.
Por la noche:
Por la noche es mucho mejor consumir solamente alimentos ricos en proteínas, dejando de lado la mezcla con hidratos de carbono, ya que el organismo funciona mucho más lento que por la mañana, y es incapaz de quemar las calorías que nos aportan los hidratos. Esto hace que se acaben acumulando en forma de grasa. Por ello la noche será un buen momento para ingerir alimentos ricos en proteínas y bajos en grasa.
Las proteínas de origen vegetal y las provenientes de los productos marinos son una buena alternativa para la noche. Estos alimentos no solo nos aportarán altas dosis de proteínas, sino que además nos servirán de gran ayuda a la hora de conseguir unos músculos en mejores condiciones, pues por la noche se liberan las hormonas del crecimiento mientras estamos durmiendo. Si cuando esto sucede el organismo tiene los nutrientes necesarios, ese crecimiento que andamos buscando se verá hecho realidad, consiguiendo unos músculos más fuertes y desarrollados.